¿Sabías que el uso del papel de aluminio en los hogares se generalizó después de la II Guerra Mundial?

Su uso se remonta a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Anteriormente se usaban las hojas de los árboles, las cuales fueron sustituidas por las hojas de estaño. Estas últimas tenían un gran problema, pues dejaban sabor en los alimentos. A partir de ahí, y buscando una solución a este problema, llegaron las láminas de aluminio, que no daban sabor a los alimentos.
En Europa, su origen se localiza en Suiza, donde se construyeron las primeras centrales de fabricación de aluminio, puesto que allí se localiza el mayor salto de agua de Europa, las cataratas del Rin. Otro factor que tuvieron en cuenta para establecerse allí fue que en Suiza se encontraban también la mayor parte de fábricas de tabletas de chocolate, que utilizaban este material para envolver su producción.
Aunque para hablar del uso generalizado del papel de aluminio en los hogares, tal y como lo conocemos hoy en día, tenemos que remontarnos hasta los años 50, tras el final de la II Guerra Mundial. Al finalizar la guerra hubo que dar salida a los excedentes que se habían generado durante la misma, así que se recuperó el aluminio con el que se habían construido los más de 150.000 aviones, fundiéndolo en lingotes.
Dichos lingotes se vendieron a precio de ganga a las empresas hojalateras, las cuales decidieron convertirlo en una lámina para uso doméstico, dada su capacidad para proteger y conservar los alimentos. Fue una gran idea, hasta el punto de que hoy en día se ha convertido en un producto habitual de la mayoría de los hogares.

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