¿Sabías que los huesos eran uno de los artículos más reciclados antes del siglo XX?

Durante el siglo pasado, este material se reciclaba con frecuencia y lo utilizaban, a menudo, para hacer botones y gelatina, para el procesamiento de alimentos, la fotografía y la fabricación de pegamento y papel. Además, nuestros antepasados también utilizaban los huesos para fabricar objetos para el uso cotidiano.
Hay muchos tipos de huesos que se pueden utilizar para obtener nuevos productos reciclados como, por ejemplo, los de las aceitunas, que se ha posicionado como una buena opción para sustituir el plástico. Los huesos de pollo también tienen ya una segunda vida, frecuentemente se utilizan para fabricar los alimentos de mascotas o el ganado.
Poco a poco, surgen cada vez ideas de productos que pueden servir como alternativa al uso del plástico o simplemente, para darles una nueva vida. ¡Quién sabe! Quizá próximamente los huesos serán una herramienta esencial para fabricar nuevos artículos.