El 80% de un chicle es plástico y tarda en desintegrarse alrededor de 5 años

El año pasado se retiraron de nuestras calles aproximadamente 425.000 chicles, lo que supone una media de 1.400 al día. Esto conlleva un coste para el Ayuntamiento de 145.200 euros, que podrían haberse ahorrado con un simple gesto: bastaría con envolverlos en su envoltorio original una vez consumidos y depositados en una papelera o basura normal. Pero lo más importante es tratar de no tirarlos nunca al suelo, porque los chicles se camuflan como manchas grises en pavimento y para retirarlos hay que usar vapor de agua a alta presión y una cuchilla. Además, se calcula que cada uno de los chicles desechados puede contener hasta 50.000 gérmenes patógenos. Con un simple gesto, podemos conseguir que nuestra ciudad sea un hogar más limpio y sostenible.

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