¿Qué tiro en el contenedor amarillo?

Separar el cartón y el plástico del vidrio en los hogares y tener un cubo para la basura orgánica es un gesto que muchos españoles ya tienen interiorizado. En concreto 37 millones de ciudadanos ya reciclan sus residuos (el 79% de la población española) una cifra que crece año a año desde la década de los 90, cuando el país comenzó a legislar siguiendo los compromisos adoptados en Europa, normativas sobre gestión de envases y residuos que proliferaron en los diferentes países miembros de la Unión Europea con la finalidad de prevenir o reducir el impacto de estos desechos sobre el medio ambiente.
Así, en 1997 se creó en España la Ley de Envases y Residuos, una legislación que promovió una mayor conciencia sobre el reciclaje a través de la creación de los Sistemas Integrados de Gestión (SIG), las sociedades sin ánimo de lucro encargadas de gestionar el reciclaje de los residuos de envases ligeros, de papel y cartón y también de los envases de vidrio, que iniciaron su actividad en 1998. En este periodo se colocó el primer contenedor amarillo en Barcelona, en 1997, mientras que a la capital aragonesa no llegó hasta tres años más tarde, en el año 2000, y a la capital oscense no lo hizo hasta el 2006. Antes ya se habían colocado los contenedores para vidrio y papel. El primer depósito verde para el reciclaje en España ya se había instalado en la ciudad condal en 1982, mucho antes de la entrada en vigor de la Ley. En Zaragoza se puso un año después, en 1983, mientras que el de papel y cartón (azul) se ancló en 1994. En Teruel los contenedores de recogida selectiva se instalaron hace 20 años.
20.000 DEPÓSITOS
Estos objetos, que llegaron mayoritariamente en la década de los 90, forman parte del mobiliario urbano de las ciudades y han ido aumentado su número para dar servicio a todos los rincones de Aragón. Desde Ecoembes (organización responsable de los envases, papel y cartón) afirman que ya son 19.643 los contenedores amarillos y azules que hay en la comunidad aragonesa, además de los distintos puntos de reciclaje situados en aquellos lugares donde pasan parte de su tiempo, como festivales, centros públicos y educativos –en los que se instalaron más de 2.100 papeleras en el 2019- e, incluso, en las estaciones de esquí de Panticosa, Cerler y Formigal.
En todos estos depósitos se recogieron 38.709 toneladas de envases en el 2019 (plástico, bricks, latas, papel y cartón), lo que contribuyó a que en España se reciclaran más de un millón y medio de toneladas de envases. Cada ciudadano separó para su posterior reciclaje 16,9 kilogramos de envases de plástico, latas y bricks. En el caso del contenedor azul, cada aragonés separó 20,7 kilos de envases de papel y cartón. En los últimos cinco años, el uso del contenedor amarillo se ha incrementado un 29,6% en la región y el uso del depósito azul lo ha hecho en un 18,4%, lo que demuestra la tendencia ascendente y una mayor conciencia de los aragoneses por el reciclado.
Pese a las ganas de separar, todavía existe confusión sobre qué hay que meter en cada contenedor. Según el Barómetro del Reciclaje de Ecoembes, el porcentaje de residuos impropios depositados erróneamente en los contenedores amarillos asciende todavía al 23,7%. Aunque puedan parecer residuos plásticos o metálicos para desechar en el depósito amarillo, ni las cápsulas de café de aluminio, blísteres o cajas de medicamentos, biberones, los bolígrafos, los juguetes o los tuppers son residuos para depositar en el amarillo.
¿Qué sucede con los envases después de depositarlos en el contenedor amarillo? Tras la recogida, los residuos se trasladan a una de las dos plantas de selección que hay en Aragón, donde se clasifican los distintos materiales antes de ser trasladados a los recicladores para convertirlos en nuevas materias primas. Porque ante la heterogeneidad de materiales, los envases deben separarse por tipos para reciclarse de manera independiente en plantas de reciclado.
En cuanto al reciclaje de vidrio, realizado por Ecovidrio, los últimos datos demuestran que se recogieron 20.814.776 kilogramos de envases de vidrio, en los 6.891 contenedores disponibles en la comunidad. En España, se reciclan 7 de cada 10 envases de vidrio en la actualidad, lo que supone 19 kilos al año por habitantes. En Zaragoza existen 250 contenedores de vidrio destinados a establecimientos hosteleros que se ubican en el entorno de bares, restaurantes y hoteles, junto a otros contenedores de recogida selectiva (papel, cartón y plásticos), mientras que en Huesca son 179 cubos de vidrio en establecimientos de hostelería y restauración.
ACEITE, PILAS O ROPA
En los últimos años el reciclaje se ha ampliado también a otros residuos. La capital aragonesa es un claro ejemplo y realiza recogidas de pilas con contenedores y puntos de recogida específicos, aceite vegetal de uso doméstico (189 contenedores distribuidos por las vías públicas, 23 depósitos en dependencias municipales accesibles para los ciudadanos y en Puntos Limpios) o cápsulas de café que desde el 2014 pueden depositarse también en los puntos limpios fijos y móviles, donde también se recogen aparatos electrónicos y electrodomésticos de pequeñas dimensiones. También puede reciclarse la ropa usada en 170 contenedores ubicados en la vía pública de la capital aragonesa.
El Ayuntamiento de Zaragoza ha iniciado diferentes experiencias piloto en el barrio del Actur y en avenida Goya (Centro) para empezar a recoger de forma selectiva la materia orgánica domiciliaria. Los residuos orgánicos fundamentalmente comprenden restos de comida, restos de jardinería, tapones de corchos, posos de café, cáscaras de huevo y frutos secos, restos de infusiones, cáscaras de marisco, palillos y papel de cocina.
La capital oscense, por su parte, cuenta con 816 contenedores convencionales, 474 contenedores azules de papel y cartón, 462 depósitos amarillos para envases y 408 contenedores en la calle para vidrio. Al igual que en Zaragoza, el Ayuntamiento de Huesca tiene en marcha un proyecto para el reciclaje de materia orgánica que cuenta ya con 115 contenedores. Además, en el punto limpio fijo, que funciona desde el 2005, pueden recogerse todo tipo de residuos urbanos domésticos, desde escombros procedentes de obras menores, muebles, aparatos eléctricos y electrónicos, electrodomésticos, aceite de freír usado, disolventes y pinturas, pilas o ropa usada.
En Teruel capital se puede reciclar a través de 115 contenedores de papel y cartón, 150 contenedores para envases ligeros, y 423 contenedores de carga trasera y 352 carga lateral para el resto de residuos. Por el momento no se recoge materia orgánica por separado, aunque es una medida que se está estudiando.
El punto limpio está instalado en el vertedero urbano y allí se recogen residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, ruedas, madera, metal, envases de pinturas, fluorescentes etc.
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Publicado en El Periódico de Aragón el 5 de julio de 2020.