Carta de la Tierra

En 1997 y promovida por las Naciones Unidas, distintos representantes y organizaciones se reunieron con el fin de formar una Comisión para el proyecto denominado “La Carta de la Tierra”. Desde su lanzamiento en el año 2000, ha sido traducida a más de 30 lenguas y ha ido con ello recibiendo reconocimiento en distintos países.
La Carta de la Tierra no pretende ser la única respuesta posible a los problemas actuales de la humanidad, pero sí ofrece propuestas de cambio y objetivos para resolver los principales retos del planeta.
El contenido de la Carta se encuentra estructurado en torno a 4 principios básicos, con 16 principios generales, complementados a su vez en 61 principios de detalle. Todos ellos van precedidos de un Preámbulo, y finalizan con un texto de conclusión.
Éstos son los 16 principios generales:
- Respeto y cuidado de la vida.
- Respetar la Tierra y la vida en toda su diversidad.
- Cuidar la comunidad de la vida con entendimiento, compasión y amor.
- Construir sociedades democráticas que sean justas, participativas, sostenibles y pacíficas.
- Asegurar que los frutos y la belleza de la Tierra se preserven para las generaciones presentes y futuras.
- Integridad ecológica
- Proteger y restaurar la integridad de los sistemas ecológicos de la Tierra, con especial preocupación por la diversidad biológica y los procesos naturales que sustentan la vida.
- Evitar dañar como el mejor método de protección ambiental y, cuando el conocimiento sea limitado, proceder con precaución.
- Adoptar patrones de producción, consumo y reproducción que salvaguarden las capacidades regenerativas de la Tierra, los derechos humanos y el bienestar comunitario.
- Impulsar el estudio de la sostenibilidad ecológica y promover el intercambio abierto y la extensa aplicación del conocimiento adquirido.
III. Justicia social y económica
- Erradicar la pobreza como un imperativo ético, social y ambiental.
- Asegurar que las actividades e instituciones económicas, a todo nivel, promuevan el desarrollo humano de forma equitativa y sostenible.
- Afirmar la igualdad y equidad de género como prerrequisitos para el desarrollo sostenible y asegurar el acceso universal a la educación, el cuidado de la salud y la oportunidad económica.
- Defender el derecho de todos, sin discriminación, a un entorno natural y social que apoye la dignidad humana, la salud física y el bienestar espiritual, con especial atención a los derechos de los pueblos indígenas y las minorías.
- Democracia, no violencia y paz
- Fortalecer las instituciones democráticas en todos los niveles y brindar transparencia y rendimiento de cuentas en la gobernabilidad, participación inclusiva en la toma de decisiones y acceso a la justicia.
- Integrar en la educación formal y en el aprendizaje a lo largo de la vida, las habilidades, el conocimiento y los valores necesarios para un modo de vida sostenible.
- Tratar a todos los seres vivientes con respeto y consideración.
- Promover una cultura de tolerancia, no violencia y paz.
La Carta finaliza con estas palabras:
Que el nuestro sea un tiempo que se recuerde
por el despertar de una nueva reverencia ante la vida;
por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad;
por el aceleramiento en la lucha por la justicia y la paz;
y por la alegre celebración de la vida.